"Desde la primera vez que probé su café en el Tercer Lugar y después en su cafetería de Orizaba (cuando también servían desayunos) algo sentí diferente a lo que había probado antes, nunca lo olvidé. Me escapaba de mi chamba para irme a tomar un café ahí, sola, me fui enamorando poco a poco. Después conocí más a fondo el proyecto y no me quedó duda que quería y debía servir Buna. Más allá de un café delicioso, es un proyecto congruente con la manera en cómo hoy debemos hacer lo que sea, congruencia con el mundo que queremos”.

“Café Buna lo conocí por unas pláticas que dieron en un hotel del centro de la CDMX con la marca de cafeteras La Marzzoco en donde encontré un grupo de emprendedores que estaban dispuestos a hacer las cosas de la mejor manera en la calidad de su producto al bienestar de los caficultores. Esta pasión nos la han transmitido a todos los que trabajamos con ellos o como consumidores”.

“BUNA es el café que me recuerda a mi querido México con un sabor y aroma inmenso e intrincado, con súper balance y estructura. Café rico es mi “go to” para todos mis proyectos”.